dilluns, 1 d’octubre del 2012

Deficit fiscal y alienación



Desde luego, estudios sobre el déficit fiscal catalán abundan. Para que no se diga tomaremos como base el presentado por Mas—Colell en marzo de 2012 yrelativo a 2009. El informe está básicamente basado en los datos de Intereg, que mide los flujos económicos interterritoriales.
El dato básico es el importe del PIB catalán de 2009, fijado en 204.000 M€. Según el citado informe, el déficit fiscal se sitúa entre un 7,9 y un 8,4 (en función del año del estudio). Demos por bueno un 8% de déficit fiscal, es decir, la diferencia entre impuestos recaudados en Cataluña y lo invertido por las administraciones públicas (la Seguridad Social, aparte, no cuenta, según MasColell, pero bueno, es otro tema).

En cifras redondas, 16.000 M€ es lo que “roba” España.

Entendemos que hay que matizar este dato. Pase que no se considere como inversión del Estado ni pensiones y subsidios, pero desde luego, no se puede considerar “dinero catalán” aquellos impuestos recaudados por empresas catalanas pero procedentes del resto del Estado. Según Intereg, el saldo entre Cataluña y el resto de España asciende a un 12% del PIB catalán… Sobre 20.000M€. En la masa de impuestos no “devueltos” a Cataluña hay pues que imputar ese 12% del 8%, o sea, hay que restar de los 16.000 M€ 2.000 que en función del superávit comercial corresponden a impuestos tributados en Cataluña pero procedentes de fuera de Cataluña.

Quedan 14.000, que hay que minorar en la cantidad resultante de aquellas competencias estatales tal como Defensa, Exteriores, Presidencia, etc… Es decir, la estructura estatal no territorializada.  Tenemos un buen dato en lo que paga el País Vasco por estos “servicios generales” del Estado, servicios no asumidos en Euskadi y conocido también como cupo vasco, cifrable en aproximadamente 880 euros por vasco. Multiplicado por los 7,5 millones de Catalanes obtenemos un sustraendo de unos 6.500€, de donde el déficit queda disminuido a 7.500M€. Se debería añadir a esto el 1% del PIB que es el coste neto por pertenencia a la UE que paga un país, como sería Cataluña secesionada de España. Otros 2.000 M€.

Se podría añadir aún la parte correlativa a intereses de deuda pública, pero por no aburrir al lector dejaremos el Déficit Fiscal en esos 5.500, que aún siendo menos del 3% del PIB, es una cifra estimable, y algo más baja del 4% que paga, por ejemplo el Land más rico de Alemania, Baviera, como déficit fiscal.  A Unionistes nos parece una cantidad acorde con flujos de por redistribución fiscal, a fin de cuentas, a Baviera le importa que su principal mercado no salga perdiendo siempre en sus relaciones comerciales.

Ya ven, sin mucho esfuerzo se pone de manifiesto la manipulación continuada de los datos al objeto de alienar a la sociedad catalana con una afirmación indemostrable, “los impuestos catalanes van a parar a Madrid”.  Como tanto le gustaba citar a Joseph Goebels, una mentira mil veces repetida se transforma en verdad. Si es así, realmente, el déficit fiscal catalán es inmenso.

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